Ruta contrahistórica I: De la dulce perla a Karabanchel

Sábado 27 de Octubre, a las 11.30h. Salida desde el Local Anarquista Motín (C/ Matilde Hernández, 47). A las 15.00h comida en el local

RUTA CONTRAHISTÓRICA I: «De la dulce perla a Karabanchel». 
Un recorrido a través de la memoria de los Carabancheles y su historia
rebelde y suburbial.

Este es el primer recorrido de lo que será una serie de rutas
contrahistóricas por los barrios de Carabanchel y Aluche.

No os lo podéis perder.

“Llegamos sin ocurrencia notable a Carabanchel… Echamos pie a tierra
en una calle de cuyo nombre no quiero acordarme… Por de pronto, nos
examinaron bien, rieron de nuestros sombreros y casquetes: franquearon
su puerta a una caterva de muchachos en camisa que nos perseguían con el
epíteto de “lechuguinos de Madrid” … todos en general quejándose de
que el día en Carabanchel tuviera cuarenta y ocho horas.”
– Obras jocosas y satíricas de El Curioso Parlante – Mesonero Romanos.
1835.

El nombre de Carabanchel será asociado desde mediados del siglo XX a
chabolismo y marginalidad. Y sobre todo unido para siempre al sombrío
recuerdo de los muros de la cárcel. Pero hubo un tiempo en el que el hoy
barrio obrero se consideró un entorno excepcional, de aires y aguas
excelentes, clima suave, vistas privilegiadas y situación inmejorable en
las proximidades de la capital. Aristocracia, burguesía e incluso
realeza disfrutaron de recreo y desenfreno en fincas y palacios
construidos para esconder sus vergüenzas, mientras los Carabancheleros
veían ajenos transformar su condición agrícola a industrial sin
demasiada prisa. Cementerios, reformatorios, manicomios, prisiones,
cuarteles e iglesias conformaron una mitad de su historia. La otra
campesinos y obreros enfrentados a los excesos de la vecina Corte,
organizando milicias y trincheras para defender sus casas una a una ante
el avance del fascismo que convirtió sus calles en línea de frente. La
de movimientos vecinales, de mujeres, de jóvenes que reclamaron a gritos
una vida mejor. De tempranas ocupaciones, primero, y okupaciones después
que nunca han dejado de estar presentes en el ahora barrio madrileño.

Para recordarlo, muy particularmente esa memoria rebelde, os invitamos a
una ruta alrededor de algunos de aquellos lugares del barrio capaces de
revelar secretos si se les sabe cómo mirar. Una ruta contra histórica en
la que no faltarán recuerdos de represión tras los muros de infaustos
edificios aún presentes, algunos, o de otros ya desaparecidos, relatos
de la disidencia y la resistencia, la quema de iglesias, las milicias,
las trincheras, las luchas sociales, las okupas, los punks y mucho más.
Una mirada a un Karabanchel orgulloso de reescribir su historia, su
presente y su futuro con esa “K”, marginal e invisible como ninguna otra
letra, utilizada para representar el espíritu iconoclasta de quienes la
reivindican.